FAMILIA Y EDUCACIÓN - Lunes sin filtro.

 

GENEREMOS REEDUCACIÓN

por: Greky Rozo


La educación actual da cuenta del encargo social, da lo que se le pide hoy, conductas, pensamientos y adoctrinamientos para el buen desenvolvimiento social de los estudiantes. Las instituciones se han quedado sin libertad e individualidad llegando estas hasta donde le permite la sociedad a la que sirven, son subalternas de un conjunto de condicionamientos de lo que hoy llamamos estado y sociedad; estas han de responder a su encargo, por ello su subjetividad es meramente operativa.

Desde la postura pedagógica, psicológica y sociológica se puede construir una gran teoría de prevención, protección e incluso intervención de las conductas disóciales de nuestros jóvenes de hoy y de lo que los lleva a ello, alertando a nuestra sociedad a tener familias bien conformadas, este rasgo genera una marca mayor en estas conductas; cuando la familia no es funcional y los roles de padre y madre se han desdibujado, llevan a la confusión del joven también.

Los actos criminales de los jóvenes son pagos a lo que se les ha dado, alguien criado de manera disfuncional genera violencia y se comporta de esa manera, allí es donde nosotros como pedagogos no hemos de juzgar la persona sino revisar sus antecedentes de vida para la comprensión de la misma y lograr llegar al fondo y origen de su inconveniente; el cual genera en la sociedad malestar, ver dónde fue generado al niño de ayer, quien hoy como joven se lo cobra de la única manera que sabe hacerlo, como aprendió de ella, con violencia y rechazo.

La rigurosidad jurídica de normas es peligrosa, pues lo único que pretende es rescatar el control social ya perdido. Hemos de ofrecer a los jóvenes la ayuda necesaria para desenvolverse en un mundo poco claro, con adultos con un discurso pésimo y desprestigiado, fortalecer en los niños y jóvenes la autonomía, confianza en sí mismos, más que la obediencia a la autoridad. El control excesivo y autoritarismo ya no funciona, el adulto debe saberlo pues la sociedad de hoy es más independiente.

 

 

 

    

 

          Lo que hacemos como pedagogos, la intervención socio pedagógica y socio terapéutica no le da al aspecto jurídico nada, pues esta lleva tiempo y requiere una relación larga de confianza y no exige cambios pues estos deben ser voluntarios para que sea real. Aunque en el ámbito jurídico ello no sea válido, realmente es la forma más efectiva de cambio a largo plazo, quizás no a corto ni mediano. “Ayuda en lugar de pena” así debería ser, pero para lo jurídico la supuesta educación es autoritaria y un conjunto de normas represivas.

El objetivo de nuestra intervención es dar opciones de vida al joven, la resocialización hoy es solo una patraña de alineamiento, condicionamiento y alienación para mantener a todos dentro de un mismo ramaje. Nuestra meta es educar en el respeto a las diferencias y dejar salir la individualidad del otro, pero en ocasiones queriéndolo o no trasmitimos lo que somos y formamos mucho de nosotros en ellos, minimizándolos.

Todo comienza en el ámbito familiar, en este caso expondré un ejemplo de uno paupérrimo y fracturado, a eso le sumamos el hostil ambiente educativo en el que debe desarrollarse el niño o joven, consecutivamente estos dos espacios pueden llevar al sujeto a un cúmulo de actitudes negativas las cuales lo llevan hasta una institución reeducativa, en la cual este término está viciado y la misma no ofrece ayuda sino pena, no ofrece resignificación sino adoctrinamiento, no ofrece elecciones sino normas; olvidándonos y quebrantando quizás el ámbito más importante y arraigado al joven, su comunidad barrial, en la cual creció, se expresó y se sintió realmente libre y por malas praxis truncamos este fluir en vez de rescatar lo que podamos de él para un final excelso en pro del joven, no en su contra. Somos seres íntegros y allí se refleja como independizar un proceso de otro, no podrá dar los resultados esperados.


Hemos de estar inmersos en diferentes ámbitos como lo son el jurídico, antropológico, sociológico, pedagógico, psicológico y trascendental. La justicia y el derecho son ámbitos impajaritables de observación, análisis e inmersión, pues por un lado se tiene el aumento de la violencia juvenil y por el otro el fracaso educativo, escenario desde el cual se debería prevenir, proteger e intervenir, para así filtrar y emancipar los procesos mal llevados de nuestra juventud y todo aquello que le hace dañar a otros y a su sociedad, por problemáticas mal enfocadas y duelos sin tramitar respecto a la falta de oportunidades, de escucha, de ayuda y de resignificación.


Como pedagoga reeducativa mi tarea es ver más allá de lo que se me presenta, pretender y tener una comunicación intersubjetiva con cada sujeto para su resignificación, por medio de las buenas praxis educativas; para así “Guiar una nueva generación de hombres y mujeres con vocación de libertad, para que elijan con sabiduría”.

GRESIA ROZO

https://www.safecreative.org/work/2010125596379-familia-y-educacion




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