Lunes sin filtro - Pedagogía Resignicativa
El juicio socio moral
Encontrando en la formación del juicio socio moral, una posible explicación para que se continúe ejerciendo la violencia, la drogadicción, el hurto entre otros. Es importante resaltar como la violencia no solamente ha tenido un efecto sobre la salud psicológica de millones de personas, sino que además se ha introducido dentro del tejido social, llegando a tener una aceptación que, aunque no es explícita, normaliza formas de violencia, como una manera legítima de ejercer justicia y podrían tener un impacto importante dentro de la forma en la que se piensa y se continúa ejerciendo la violencia en nuestro país.
Desde los diferentes ámbitos las alternativas son 100% pedagógicas, prácticas terapéuticas dentro del aula como estrategias para tener los mejores resultados, desde el ámbito educativo.
Dentro del ámbito familiar, guiar con el ejemplo, el cariño y la valoración del otro, es la mejor opción; ofreciéndoles desde este seno la seguridad socio moral, que todo niño requiere desde su fecundación y para lograr esto, vuelve a jugar un papel definitivo la pedagogía; donde se guíe a los nuevos padres a serlo de la mejor manear, campañas que fomenten el buen trato dentro del hogar y desde allí también se puede impactar el ámbito barrial y comunitario.
Desde los ámbitos políticos, estatales y económicos, se hace prioritario generar una conciencia social, la cual es bastante difícil de adquirir ya en la edad adulta y desdichadamente, estos ámbitos los conforman personas adultas con caracteres de corrupción en su conciencia y sin la más mínima sombra de moralidad, para tocar estos ambientes se hace necesario iniciar desde la primera infancia, lograr que quienes lleguen a estos espacios sean personas éticas, formadas con un alto sentido socio-moral e íntegro; si se inicia con ello nuestro país y sus ámbitos podrán ser transformados de una manera inesperada, dando lugar a una sociedad más afable y menos burócrata, llegando esta integridad y estos valores a nuestro tejido social, fortaleciéndolo, de manera tal, que este no sea fácilmente quebrantable.
Desde una postura personal, vuelvo a priorizar el hecho de que la moral no se sustente en el cumplimiento de las normas, sino en el sentido de justicia que pueda tener el ser humano desde su infancia, allí lograremos un excelente trabajo preventivo en cuanto a no permitir que nuestros jóvenes del mañana sean transgresores de toda norma que pase por el frente suyo. Nuestros niños son hoy el más valioso tesoro para conformar un tejido social más diáfano, transparente y lleno tan solo de creativas mentes que traigan una oleada de valor y altruismo a sus rincones, entresacando lo precioso de lo vil.
Dejando ver con claridad las condiciones más óptimas y especiales de cada ser que lo conforma y ello lo lograremos, con el desarrollo de planes pedagógicos-reeducativos, de donde sabemos que en nuestras manos está, la resignificación, no solo de un ser humano; sino de una sociedad entera que hoy se encuentra atrapada en el escombro de la injusticia, la ignominia, la enajenación y el desvirtuamiento de cualquier tipo de valor, junto con una normalización vagante, al tope de adoctrinamientos basados en las prohibiciones.
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